Montaña Matterhorn reflejada en un lago al crepúsculo, Suiza

A pesar del optimismo en los mercados, persisten riesgos relevantes en el radar. En esta Carta Mensual, analizamos los posibles detonantes de volatilidad y cómo los inversionistas pueden posicionarse con mayor precisión.

Lea el informe y descubra oportunidades tácticas y estrategias de protección en un entorno que sigue siendo incierto.

Silêncio... Silêncio demais

Mark Haefele, Chief Investment Officer

Mark Haefele
Chief Investment Officer
Global Wealth Management

Գٰǻܳó

Todo parece tranquilo… quizá demasiado. Los amantes del cine reconocerán esa sensación de tensión cuando el protagonista entra en un territorio supuestamente peligroso, solo para descubrir que no hay nada allí. Muchos inversionistas sienten una inquietud similar ante los niveles máximos actuales del mercado, atentos al momento en que la estrategia “TACO” pueda desmoronarse bajo sus pies.

Nos enfrentamos a los aranceles más altos desde la década de 1930, preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda pública, incertidumbre geopolítica y amenazas a la independencia de la Reserva Federal. Y, sin embargo, la actividad económica se ha mantenido firme.

Tras una breve sacudida en abril, los mercados de renta variable retomaron su impulso, con acciones globales cotizando en niveles récord. La volatilidad de las tasas ha disminuido y los diferenciales de crédito se han reducido. Incluso el dólar estadounidense — una excepción en este periodo de aparente “calma” en los mercados — se ha estabilizado tras sus recientes oscilaciones.

En esta carta, analizamos algunos de los principales riesgos que podrían afectar a los mercados en las próximas semanas: entre ellos, la posibilidad de que el reciente optimismo en torno a los acuerdos comerciales se vea desafiado, señales de un mayor impacto económico derivado de los aranceles, y disputas en torno al liderazgo de la Reserva Federal. En un entorno caracterizado por un sentimiento alcista, creemos que la combinación de estos factores probablemente genere una mayor volatilidad en el corto plazo.

Expectativas y estrategias

No obstante, anticipamos que estas oscilaciones serán transitorias. Consideramos que las negociaciones comerciales eventualmente derivarán en políticas más moderadas (aunque con aranceles elevados en términos históricos). Si bien una desaceleración económica impulsada por los aranceles es posible, prevemos que sería leve y de corta duración, sin desembocar en una recesión.

En cuanto a un eventual cambio hacia un liderazgo más moderado en la Reserva Federal, si bien podría causar inquietud temporal entre los inversionistas, creemos que la administración de Trump es consciente del riesgo que implicaría una curva de rendimientos más pronunciada. Por otro lado, estimamos que las tendencias estructurales —en particular, la inteligencia artificial— seguirán respaldando las utilidades corporativas en el mediano y largo plazo.

Oportunidades

Para prepararse ante una posible volatilidad en el corto plazo, consideramos que los inversionistas que ya tienen una exposición a renta variable alineada con sus referencias estratégicas deberían evaluar la implementación de coberturas temporales. Quienes tengan una asignación por debajo de la recomendada deberían estar preparados para aprovechar oportunidades en caso de retrocesos en el mercado.

Nuestras áreas preferidas dentro de la renta variable incluyen los sectores de tecnología, salud, financiero y servicios públicos en Estados Unidos. En Asia, destacamos el sector tecnológico en China, así como India y Singapur. En Europa, favorecemos acciones suizas de alta calidad con dividendos, acciones europeas de calidad y nuestro tema “Seis formas de invertir en Europa”.

También vemos con buenos ojos el mercado brasileño. Consideramos que las correcciones pueden representar una oportunidad atractiva para aumentar la exposición a nuestros temas de Oportunidades de Innovación Transformacional: inteligencia artificial, energía y recursos, y longevidad.

Renta fija

En cuanto a renta fija, privilegiamos bonos de alta calidad y con grado de inversión. Consideramos que los diferenciales ajustados y el riesgo de un cambio en la narrativa del mercado sobre el crecimiento económico disminuyen el atractivo de los bonos de alto rendimiento (high yield) y los préstamos senior en esta etapa.

Aunque anticipamos que los rendimientos de los bonos a 10 años en los principales mercados se ubiquen en niveles más bajos hacia el cierre del año, desde una perspectiva de duración seguimos prefiriendo vencimientos intermedios (de cinco a siete años), debido al riesgo de una mayor volatilidad en el extremo largo de la curva.

Proyectamos una mayor depreciación del dólar estadounidense en los próximos meses. Estimamos que el EURUSD se ubicará en 1.23 y el USDCHF en 0.76 para junio de 2026. No obstante, el diferencial de tasas de interés entre el dólar y otras monedas — en particular el euro y el franco suizo — implica que cubrirse o subponderar al dólar puede resultar costoso.

Por ello, creemos que este es un momento clave para que los inversionistas revisen si su asignación estratégica en divisas es la adecuada para su situación personal. 

La estrategia “TACO”

Los mercados han demostrado una notable resiliencia frente a la mayoría de las amenazas arancelarias recientes, ya que los inversionistas se han acostumbrado a la idea de que, ante la volatilidad en los mercados o el riesgo de represalias significativas por parte de sus contrapartes, alguna de las partes probablemente retroceda.

La estrategia “TACO (Trump Always Chickens Out)” — término popularizado tras su primera aparición en el Financial Times en mayo — y su contraparte, la “WACO (World Always Chickens Out)”, reflejan precisamente esta percepción.

Esta estrategia ha dado buenos resultados para los inversionistas en las últimas semanas, con un acuerdo comercial entre Estados Unidos y Japón (que fija aranceles en 15%) y reportes en medios que señalan que un acuerdo similar con la Unión Europea está “cerca”, lo que ha impulsado a los mercados globales a alcanzar nuevos máximos históricos. En última instancia, no creemos que la administración estadounidense tenga la intención de imponer aranceles tan elevados que asfixien el comercio, generen una recesión económica o reactiven la inflación.

La inflación continúa siendo una de las principales preocupaciones para los votantes estadounidenses: en una encuesta reciente de Harvard CAPS/Harris, el 45% de los encuestados identificó la inflación como el tema más relevante a nivel personal, mientras que solo el 3% mencionó los aranceles y la política comercial.

Por otro lado, el alto grado de dependencia de la Unión Europea respecto a Estados Unidos en materia de servicios tecnológicos, seguridad y defensa nos lleva a pensar que también existe un fuerte incentivo por parte del bloque europeo para alcanzar un acuerdo (aunque paralelamente se impulsen iniciativas de autosuficiencia a largo plazo).

No obstante, el nivel de confianza que los mercados parecen tener en un avance inevitable hacia acuerdos comerciales sugiere que podrían generarse decepciones en el corto plazo si dichos acuerdos no se concretan, se modifican posteriormente o se introducen aranceles sectoriales más agresivos de lo anticipado. De hecho, uno de los principales desafíos de las estrategias “TACO/WACO” es que el optimismo en los mercados bursátiles podría alentar a las partes negociadoras a adoptar posturas más firmes.

Montañista de pie en un acantilado de montaña al atardecer, Suiza

Ideas de inversión

Las próximas semanas podrían estar marcadas por ciertos riesgos. El sentimiento de los inversionistas hacia la renta variable es optimista, y el posicionamiento se ha recuperado de los niveles deprimidos observados tras el llamado “Día de la Liberación”.

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