Introducción a la inversión relacionada con la naturaleza
La pérdida de biodiversidad impulsa nuevas estrategias de inversión con enfoque en la naturaleza para los inversionistas globales.
Puntos esenciales
1. La naturaleza es la base de más de la mitad del PIB mundial. A medida que aumenta su destrucción y pérdida de biodiversidad, economías e inversionistas se ven expuestos a riesgos financieros y operativos.
2. Las estrategias «para la naturaleza» y «en la naturaleza» aprovechan una serie de activos e instrumentos para alinear carteras con objetivos relacionados con la naturaleza.
3. Este enfoque está en una fase inicial de desarrollo, con riesgos y oportunidades que deben ser considerados. Las soluciones de inversión suelen ser personalizadas y los marcos de medición siguen evolucionando.
Desafíos ambientales y sus soluciones
- Según el Foro Económico Mundial (FEM), la naturaleza es la base de la mayor parte de la economía mundial, y al menos el 50% del PIB mundial depende moderada o altamente de la naturaleza y sus servicios. Sin embargo, los activos del capital natural del mundo —como el agua limpia, el suelo fértil, los polinizadores y las materias primas— y los servicios que proporcionan a menudo no suelen valorarse adecuadamente.
- Esto está cambiando lentamente a medida que aumenta la pérdida de biodiversidad; los mercados reconocen el valor económico en riesgo y los reguladores encuentran más enfoques para proteger y restaurar la naturaleza.
- Aunque el impacto económico del cambio climático es un riesgo bien conocido desde hace décadas, ahora también se reconoce que la pérdida de biodiversidad es un riesgo sistémico con implicaciones directas para el valor de los activos y el rendimiento a largo plazo. Este puede producirse a nivel genético, de especies y de ecosistemas a través de la extinción, la destrucción del hábitat y el uso no sostenible de los recursos.
- Las consecuencias son tangibles: los servicios ecosistémicos sustentan sectores que van desde la agricultura y la industria farmacéutica hasta el turismo, las infraestructuras y los seguros. La interrupción de estos servicios puede provocar la ruptura de la cadena de suministro, el aumento de los costos de los insumos, la reducción del potencial de innovación y la disminución del valor de los activos.
- La magnitud de la pérdida de biodiversidad es significativa: Según la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), una de cada ocho especies está en peligro de extinción, impulsado por el cambio climático, la pérdida de hábitats, la sobreexplotación, la contaminación y las especies invasoras.
- Además, IPBES descubrió que solo las especies invasoras cuestan 423.000 millones de USD anuales a la economía mundial, una cifra que se ha cuadruplicado desde los años setenta.
- Adicionalmente, el Banco Mundial calcula que un colapso de los servicios ecosistémicos podría reducir el PIB mundial en 2,7 billones de USD anuales, y las investigaciones realizadas en el Reino Unido indican que los daños al entorno natural podrían suponer una pérdida del 12% del valor agregado bruto anual.
- En conjunto, el FEM sitúa la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas entre los 3 principales riesgos mundiales para los próximos 10 años.
- Las empresas recurren cada vez más a soluciones basadas en la naturaleza —como la agricultura regenerativa, la restauración de cuencas hidrográficas y la silvicultura sostenible— para reforzar la resistencia de la cadena de suministro, reducir los costos operativos y garantizar la estabilidad del negocio a largo plazo.
- Al invertir en la salud de los sistemas naturales, las empresas pueden reducir su exposición a las perturbaciones causadas por la escasez de recursos, el clima extremo o el colapso de los ecosistemas. Por ejemplo, las empresas que se abastecen de materias primas agrícolas en regiones propensas a la sequía o degradadas pueden mejorar la salud del suelo y la retención de agua para garantizar rendimientos más fiables y mitigar los riesgos de volatilidad de precios o escasez.
- Con ello no solo se apoya la restauración de los ecosistemas locales, sino que también se fortalecen las relaciones con los proveedores y las comunidades locales. En el sector manufacturero, las empresas están diversificando sus estrategias de abastecimiento y colaborando con los proveedores para implementar prácticas de gestión sostenible de la tierra, reduciendo la dependencia de regiones específicas y mejorando la adaptabilidad de sus cadenas de valor.
- Un enfoque holístico de la resiliencia de la cadena de suministro implica mapear y evaluar de forma proactiva las dependencias de los servicios ecosistémicos —como la polinización, la disponibilidad de materias primas, la calidad del agua y la regulación de las inundaciones— en todos los niveles de la red de suministro. Los ecosistemas sanos proporcionan estos servicios esenciales a un costo bajo o nulo, lo que ayuda a las empresas a evitar grandes inversiones en sustitutos tecnológicos o químicos.
- Por ejemplo, la restauración de humedales o bosques aguas arriba de las instalaciones industriales puede mejorar la calidad del agua, reduciendo la necesidad de costosas infraestructuras de tratamiento de aguas y su mantenimiento continuo. Del mismo modo, las prácticas forestales sostenibles pueden garantizar el acceso a largo plazo a las materias primas, mientras que la restauración de los humedales aguas arriba puede reducir el riesgo de inundaciones, disminuir los costos de los seguros y minimizar el tiempo de inactividad.
- Más allá del ahorro operativo, las empresas con prácticas respetuosas con la naturaleza integradas en sus cadenas de suministro están mejor posicionadas para reducir los riesgos operativos, mejorar la fiabilidad de los proveedores y aumentar la flexibilidad para responder a las crisis. Además, las empresas que gestionan activamente la biodiversidad y los riesgos relacionados con la naturaleza son vistas cada vez más favorablemente por inversionistas y prestamistas.
- Al reducir la exposición a las interrupciones de la cadena de suministro, las sanciones normativas y el daño a la reputación, estas prácticas son importantes desde el punto de vista financiero para las empresas y demuestran perfiles de riesgo global más bajos, lo que las hace más atractivas para la asignación de capital y las asociaciones a largo plazo.
- Un informe encargado por FM, una aseguradora de propiedades comerciales reveló que las empresas no financieras cotizadas en EE. UU. con ingresos anuales superiores a 3000 millones de USD experimentaron una caída media del 5% en el valor para los accionistas, lo que equivale a 82.000 millones de USD en capitalización bursátil perdida, durante el año siguiente a una inundación grave. Esta caída refleja las expectativas a la baja de los inversionistas respecto a los flujos de caja futuros debido a las interrupciones operativas, las rupturas de la cadena de suministro y el aumento de los costos.
- Como los riesgos relacionados con la naturaleza conllevan importantes implicaciones financieras, los inversionistas se centran cada vez más en las empresas que abordan la pérdida de biodiversidad o aprovechan los enfoques de apoyo a la naturaleza para impulsar la innovación, ya que estos esfuerzos pueden ayudar a mitigar los riesgos financieros y de reputación.
- En los últimos años, las aseguradoras están ofreciendo condiciones preferenciales a las empresas con una sólida gestión de los riesgos naturales, mientras que las inversiones en la resiliencia de los ecosistemas, como la restauración de los manglares, pueden reducir la exposición a los desastres naturales y disminuir las primas de los seguros.
- Por el contrario, las empresas vinculadas a la deforestación o al abastecimiento insostenible sufren mayores riesgos para la reputación, como campañas públicas, boicots y prensa negativa, que pueden erosionar el valor de la marca y reducir las ventas.
Estrategias de inversión sostenible
- A medida que las empresas incorporan prácticas más respetuosas con la naturaleza en sus operaciones, los inversionistas se están inclinando hacia inversiones relacionadas con la naturaleza para capturar el valor asociado.
- Esto se diferencia de la inversión climática en varios aspectos clave. Este campo se encuentra en una fase inicial de desarrollo y no cuenta con una métrica única y universalmente aceptada para medir los impactos sobre la naturaleza o la biodiversidad, a diferencia del uso estandarizado de las emisiones de carbono en la financiación climática.
- Los riesgos y las oportunidades relacionados con la naturaleza son muy específicos de cada ubicación y reflejan las características únicas de los ecosistemas locales. Como consecuencia, las soluciones de inversión suelen ser personalizadas y los marcos de medición siguen evolucionando. Sin embargo, la integración de las consideraciones relacionadas con la naturaleza se está convirtiendo en un imperativo estratégico para la gestión de riesgos, la creación de valor y el cumplimiento de las regulaciones.
- A medida que se acelera la dinámica política y maduran los estándares del mercado, la inversión relacionada con la naturaleza puede ser una vía atractiva para obtener rendimientos ajustados al riesgo sostenibles, resilientes y diversificados. Los inversionistas pueden plantearse invertir en y para la naturaleza, lo cual ofrece enfoques distintos para abordar la pérdida de ecosistemas y biodiversidad.
- Invertir para la naturaleza es asignar capital, financiación o servicios para reorientar la actividad económica de las prácticas que provocan la pérdida de naturaleza hacia aquellas que detienen o revierten el declive de la biodiversidad.
- Este enfoque se centra directamente en los cinco factores clave de la pérdida de biodiversidad identificados por la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES):
- Cambio de uso del suelo y del mar
- Explotación directa de los recursos naturales
- Cambio climático
- DzԳٲԲó
- Especies exóticas invasoras
- Al abordar estos factores, los inversionistas pueden jugar un papel fundamental en el avance hacia una mayor biodiversidad y salud de los ecosistemas en todo el mundo.
- Invertir en la naturaleza implica asignar capital a proyectos y propiedades tangibles que aporten mejoras cuantificables de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en comparación con el statu quo.
- Actualmente, la forma más accesible de hacerlo es a través de estrategias de mercados privados, en particular los de activos reales, como la silvicultura sostenible, la agricultura regenerativa y la conservación de tierras. Por ejemplo, la adquisición y gestión de bosques con prácticas sostenibles de explotación puede mejorar el secuestro de carbono, proteger los hábitats y favorecer la diversidad de especies.
- Del mismo modo, las inversiones en agricultura regenerativa —como el pastoreo rotativo, los cultivos de cobertura y la reducción de insumos químicos— mejoran la salud del suelo y la fauna, aumentan las poblaciones de polinizadores y restauran los ciclos naturales del agua.
- Las estrategias de activos reales también pueden abarcar la restauración de humedales, turberas o manglares, que prestan servicios esenciales, como la mitigación de inundaciones, la purificación del agua y la protección costera.
- Más allá de la propiedad directa, el crédito privado y los bonos son vehículos cada vez más importantes para invertir en la naturaleza. Las fuentes de ingresos de las inversiones «en la naturaleza» pueden proceder de la venta de productos y/o biodiversidad o créditos de carbono.
- La inversión relacionada con la naturaleza exige tanto un enfoque operativo como un enfoque temático en todas las clases de activos.
- A medida que las empresas, los mercados y los inversionistas toman mayor conciencia del valor que aportan los servicios ecosistémicos de la naturaleza, se presta cada vez más atención a identificar y divulgar los riesgos relacionados con la naturaleza, adoptar prácticas empresariales para reducir la pérdida de biodiversidad y aprovechar las oportunidades de ingresos relacionadas.
- Los inversionistas que deseen obtener valor de las prácticas y oportunidades positivas para la naturaleza deben incorporar en sus procesos la gestión de los riesgos relacionados con la naturaleza, la divulgación transparente y los objetivos cuantificables, al tiempo que buscan estrategias que restauren y protejan de manera activa los ecosistemas.
- La inversión relacionada con la naturaleza es un enfoque de inversión relativamente nuevo que se centra en el impacto que la naturaleza puede tener en los resultados financieros de una empresa. Dada la amplia influencia de la naturaleza en nuestra economía global, este enfoque ofrece importantes oportunidades para invertir capital en diferentes clases de activos y en proyectos de restauración, agricultura regenerativa o creación de hábitats.
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